A menudo oyes hablar de esas palabras tan marketinianas que te suenan a chino como Branding. ¿Eso qué es y cómo se come?
El branding no es más que la construcción de tu identidad corporativa que, a su vez, proyecta la imagen de tu marca, ese conjunto de atributos que la diferencian de otras.
Definiendo el Branding
La Wikipedia nos dice que «Branding es un anglicismo empleado en mercadotecnia que hace referencia al proceso de hacer y construir una marca mediante la administración estratégica del conjunto total de activos vinculados en forma directa o indirecta al nombre y/o símbolo (logotipo) que identifican a la marca influyendo en el valor de la marca, tanto para el cliente como para la empresa propietaria de la marca».
Como ves, en la definición menciona el término «valor de marca» porque la identidad influye directamente en lo valorada y reconocida que es tu marca.
Pero antes que crear valor hay que crear unas bases bien cimentadas. La identidad no solo es una imagen bonita, sino que es una historia y un porqué. No solo se trata de diseño sino también de significado y de estrategia.
Crear una correcta identidad de marca implica analizar los objetivos empresariales y los clientes objetivos, pues ese valor que desprenderá tu marca tiene que estar correctamente dirigido a ellos.
El diseño ha evolucionado mucho y ya no solo se hace un trabajo gráfico. Actualmente, por medio de marketing, se hace un estudio más profundo para ayudar a crear ese valor de marca mencionado antes. Es un punto que definirá incluso la calidad percibida de la marca ya que si el producto o servicio son buenos pero no lo parecen, eso disuadirá al consumidor.
En el fondo, tu empresa vende un conjunto de puntos muy importantes para tu cliente, una solución a alguna problemática que tiene. Pero en la elección de la solución influirán esas sensaciones, sentimientos y valores que proyecta una marca y que le pueden hacer inclinarse hacia a ti o hacia otro. Por eso es tan importante trabajar bien tu identidad de marca.
Y tan importante como trabajarla es darle continuidad, ya que en el mundo de las marcas la única manera de construir una imagen de marca sólida es por medio de la repetición de la identidad en el tiempo.
Desde que nacemos aprendemos por repetición. Aprendemos de lo que vemos de los demás. Lo mismo pasa con las marcas. Las empresas elaboran campañas de marketing con el fin de crear un vínculo con nuestro inconsciente, hasta lograr una percepción de lo que es su marca.
A muchas empresas les parece monótono y pueden llegar a querer cambiar su imagen cada año, echando así por tierra todo el trabajo que se haya podido generar en la mente de sus consumidores.
Sin embargo, algunos de los ejemplos más exitosos en imagen de marca son grandes empresas como Coca-Cola, a la que después de tantos años puedes identificar con el producto tanto por el nombre como por los colores porque apenas han variado su identidad de marca.
La prueba de oro sería reconocer una marca incluso sin ver su logotipo, reconocer qué marca concreta está detrás de esos colores y esa forma.
Por eso es tan importante trabajar correctamente una imagen de marca como seguir la línea correcta y con el tiempo crear ese recuerdo en la mente del consumidor.
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